¿Recuerdan a la famosa Lorena Meritano? Ante la curiosidad de los cibernautas de saber qué fue de su vida tras el rodaje de 'Pasión de Gavilanes' se descubrió una historia de superación que nada tiene que ver con aquella imagen de villana de la famosa ficción.
A sus 51 años, la actriz nacida en Argentina, pero con doble nacionalidad colombiana, ha continuado trabajando en series y telenovelas, y aunque no volvimos a verla en la pantalla española fue una de las protagonistas del remake latinoamericano de Mujeres desesperadas, titulado Amas de casa desesperadas emitido entre 2007 y 2008. De todos modos, y aunque no disfrute de un currículo repleto de proyectos televisivos, ella dedica sus redes sociales a apoyar campañas sobre una enfermedad que le ha tocado vivir en carne propia: el cáncer de pecho.
Lorena Meritano fue diagnosticada en 2014 justo cuando estaba viviendo una etapa plena, con trabajo, en pareja y realizando tratamientos in vitro en su intención de ser madre. Pero, como dijo en una entrevista para W Radio en 2018, "la película romántica pasó a ser de terror".
Tuvo que someterse a quimioterapia y varias cirugías, como la extirpación de sus ovarios y las dos mamas. En este caso, primero la izquierda y un año más tarde la derecha. En esos duros momentos, además, dio a conocer en sus redes sociales que su marido, el Míster Venezuela 1998 Ernesto Calzadilla, le había pedido el divorcio justo cuando ella estaba por viajar para someterse a esa segunda cirugía.
Su batalla duró nada menos que 4 años, pasando por 10 cirugías y 16 quimioterapias, descubriendo en su lucha que la enfermedad se había convertido en "un maestro de la paciencia". Ahora es más paciente, disfruta de lo que le gusta y abstenerse de lo que no. Con el paso del tiempo incluso comprendió a su exmarido y la separación. "El es una buena persona que hizo lo que pudo", dijo.
En su batalla se dio cuenta quiénes la querían de verdad, centrándose en el apoyo de sus amigos, familia y su fe para salir adelante. En 2019 dijo a un programa argentino que fue Dios quien la sostuvo cuando "todo se me acabó y no tenía ahorros, no tenía pareja, no tenía senos, no tenía cabello, no tenía salud y en un momento, no quería vivir tampoco" (dijo a Infobae). El haber sobrevivido le dio fuerzas para ser ella misma quien contara su experiencia, ser vocera de su propia batalla con la intención de apoyar a quienes pasen por lo mismo, pero también sensibilizar sobre la enfermedad.
Ya a finales de 2019, hizo públicas imágenes de su mastectomía en Instagram, exponiendo ante el mundo las cicatrices de su cuerpo y hace unos días, en el mes de la sensibilización internacional por el cáncer de mama, volvió a hacerlo. En una publicación en la misma red social, recordó al mundo su batalla con fotografías explícitas de su lucha: sin cabello, delgada, las cicatrices pero también de su recuperación gradual.